Y me quedé sin
motivos para escribirte, ni siquiera para decirte adiós, como tantas veces lo
hice, y sin embargo me quedó mordiendo los labios para no hacerlo… otra vez.
Sin motivos para
escribirte te imagino en tu ciudad fría y altiplana, sin mí cerca para seguirte
con la mirada, para seguir tus silencios y tus palabras… otra vez.
Sin motivos para
escribirte me quedo en mi esquina, frente a espacio vacío que dejaste en mi
vida, eso de espiar la vida de los otros, lo que pasa por mi ventana cuando el
día está fresco… otra vez.
Sin motivo para
escribirte invento palabras para describirte, palofante, estrebico, impausible,
estrancho, desiosque, soleñia, palabras que no dicen nada… otra vez.
Sin motivo para
escribirte te escribo, sin intención de que estas líneas te lleguen, sin
llegarte, y sean leídas como sin querer, palabras lanzadas al aire… otra vez.
Sin motivos para
escribirte termino esculcando en mi memoria las cartas imposibles, esas que
terminaron sin ser leídas, para que creyeras que no te escribo… otra vez.
Sin motivos para
escribirte te escribo hoy… otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario