Lleno una hoja con el dibujo de esa flor que odiaste, que enturbiaban tus jornadas de caos, ¿que hago reproduciendo hasta el cansancio esas líneas inconclusas?, como no llenarte la boca de tierra para que tus palabras sean flores que me obsequies... para convertirlas en coronas para adornar las tumbas de mis muertos, esas tumbas perdidas que hiciste surgir de nuevo, como muertos vivientes que se pasean por mis recuerdos... huellas olvidadas de caminos que nunca volveré a recorrer... me lleno entonces de hojas marchitas, de cables rotos, de correos no escritos, de palabras rebuscadas... de vos... de voces que susurran, que gritan, de esa palabra que nunca digo: "Adiós"... Mi vida como una eterna despedida, la escribo de nuevo todos los días, para recomenzar...
Te escribo hoy, sin saber si leerás estas líneas, tiemblo un poco, por vos no, por mí... no sabes lo que atraviesa mi mente cuando te veo, así superfluo y peligroso, sin decir palabras que luego olvidarás, para eso entonces no hablar... Convertirlo todo en una caligrafía sin sentido escrita en ninguna hoja... ¿quien escribe para no ser leído?, para llegar al olvido lejano de tus ojos oscuros... agujeros negros donde se pierde mi mirada, puntos suspensivos que no dicen nada... ¿quien piensa en ellos?, como una fila de niños perdidos que no saben a donde van o porque... pienso nuevamente en escribirte, en dejar esta carta por ahí, al garito, esperando que la encuentres entre mis objetos muertos, entre los asuntos que nunca concluí... y tal vez sea mejor así..........
PD. Esta es una carta que nunca escribí, que de hecho nadie puso en este blog, y que tal vez algún día explique... o tal vez no...
