Y me encontré en medio de guerras civiles, donde intento
huir de mí mismo, de mi persona que se aferra a tu cuerpo, cuerpo etéreo y
lejano… corriendo intentando atacar y caer herido en tu sombra, así como los
pájaros tristes en la tardes de lluvia, y no decirte nada y sin mirarte dejarte
ir… cuando soy yo el que se aleja de ti… o eso creo… y no volver a decirte lo
profundo, mundano y solo que es el cielo… cuando no estás… perverso geniecillo de la nostalgia, y lo triste
e infinito que son las tardes de domingo… las horas lánguidas tendido en mi
cama… las guerras civiles que alborotan mis sueños, que como enemigos, como aliados,
como rebeldes sucumbíamos en las calles de mi ciudad gris… y no encontrarte en
el camino, en ese camino pedregoso, lleno de verdes árboles, y dedicarte cada
hoja que escribo, cada canción que escucho, y no saber, y creer, y estar
seguro, que no dedicarás un segundo, a mirar mis correos perdidos, en un correo
que cambié la clave cuando te fuiste… de ese loco hiperespacio donde todo
rebota como una eterna cama de hule, sin límites y rojamente sobria… y tirar al
olvido, esta carta, esta cara, esta historia, esta tristeza, y esta nostalgia…
y no saber, no recordar, no querer ser, esa persona que era antes… cuando no
existías… cuando no estabas… cuando no eras… un pedazo de muro, de papel, de
puerta, de alma, de recuerdos triste incompletos y heridos… Y me encontré en
medio de guerras civiles donde fuimos los primeros muertos… o por lo menos los
primeros malheridos… y perdidos entre las ruinas no logramos encontrarnos de
nuevo… Y me encontré en medio de guerra civiles… que terminaron siendo la
misma, larga y eterna guerra civil… donde siempre termino siendo el único
herido…
Carta para Juan #1. Chuchú.
Hace 10 años
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