lunes, 30 de abril de 2012

ADIOS


Conté los pasos hasta llegar a la puerta, y mire nervioso a través de la ventana, respiré profundo antes de oprimir el timbre (pobre timbre que vive oprimido), y a un milimetro de presionarlo me detuve, triste timbre que ha sentido tanto sentimientos al llegar alguien hasta esta casa... Así que acerqué mi boca lentamente hasta este pequeño timbre y le dije: “Sólo vine a decir adiós”… No se si lo escuchó, o se hizo el sordo (sordo timbre que no escucha su propio ruido), o tradujo en su sonido rudo, cuando lo presioné finalmente, lo que vine a decirte hoy… porque la puerta nunca se abrió… y no te lo dije: Vine a decirte adiós y no estabas ahí para escucharlo…

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