lunes, 21 de junio de 2010

Con Todos Menos Conmigo (I)




El muchacho estaba bueno, si, era lindo, interesante, buen cuerpo, buen conversador, inteligente y tenía sentido del humor, y estaba dentro de mi edad estandar... Así que me dije a mi mismo: ¡A por él!

Allí estaba yo de cuerpo y alma dedicado a la conquista, pero con tan mala suerte que mis intentos fueron leidos erroneamente, más bien, mis estrategias de conquista no fueron las acertadas, y el "Bueno" lo leyó como una señal de bella amistad, que desastre.

Ahí estaba yo convertido en el mejor amigo del "Bueno", podrán creerlo, yo con mis sucias intenciones, algunas no tan sucias y mucho mas románticas, convertido en el pilar de la amistad, ¡snif!

Lo peor no era ser su mejor amigo, lo peor era contemplar mudo, e impavido las arremetidas de sus pretendientes, por que de eso si tenía, y por montones, de todas las edades y condiciones, en serio, le caían del cielo o los escupía la tierra, y el "Bueno" los recibía con una sonrisa. Al principio yo los hacía quedar como un c... pero enlodarlos no funcionaba mucho, ellos se enlodaban solitos, pero el "Bueno" quedaba con el corazón destrozado, porque aparte de lo dicho al principio el "Bueno" era bastante ingenuo, y relativamente fácil, no entendía como esos tontos lo lograban y yo ni siquiera había estado cerca.

Un corazón destrozado, remendado por mis malintencionadas manos, y enviado de nuevo a la guerra del amor para de nuevo ser destrozado, y yo ahí.

Una y otra vez...

Si ya parecía yo el sastrecillo valiente, remendando el mismo corazón una y otra vez. ¿Cómo el "Bueno" no se daba cuenta de las porquerías que los hombres hacían con él? (No estoy hablando de sexo, aunque pensándolo bien...) Al "Bueno" lo usaban por diferentes motivos, ya fuera por prestigio, por entrar en un círculo, o por usarlo y ya. Y el "Bueno" siempre con el corazón abierto los recibía a todos, y comenzó a coger una fama de fácil, impresionante, pero el "Bueno" lo ignoraba olimpicamente en su búsqueda del amor verdadero.

Hasta que un día se acabó mi paciencia, y le canté las tablas, ya ni me gustaba el "Bueno", sólo le dije un par de palabras sobre la enorme ceguera que tenía, no él, yo, era yo el ciego que no veía más allá del personaje que el "Bueno" se había construido para sí mismo.

Ahí lo dejé actuando todavía en su personaje de inocente y eternamente roto corazón. Él mismo se creía el juguete de los demás, y yo lo dejé ahí, dejándolo buscar un amor verdadero a través de este método tan poco conveniente.

A lo mejor algún día le llega hasta las neurones lo que le dije un día... Y ese día...

7 comentarios:

Ochentero dijo...

las buenas cosas de la vida toman su tiempo....dejar fluir

saludos y buena mar

Monchis dijo...

Hola Mi Vetado,

Esta situación la hemos vivido todos y algunos de qué manera!!!! (digánmelo a mí).

Al final uno se cansa, ya sea porque finalmente cumple so objetivo y uno se da cuenta que no era tan buena la cosa... o mas comúnmente porque aparece otro "Bueno" mas mejorcito.

Saludos,

Joey dijo...

Por eso a los buenos toca caerles defrente por que asumen su papel de mariposa maltratada y uno tiene dos opciones, ser el amigo incondicional o ser uno de los que lo hizo sufrir (al final todos lo hacen sufrir)

Unknown dijo...

Al igual que vos el "Bueno" un día tambien caerá en cuenta de su error, puede que sea mas tarde que temprano, pero ese día te dará la razón.

Saludos!!!

Sandum dijo...

Eso del bueno es horrible, ya no tengo la misma energía de antes para soportarlo y me retiro a tiempo... Saludos!!!

Milo Gasa dijo...

¿Y no crees que tu también construiste un personaje en tu paciente espera?

Un abrazote.

Dark Fire dijo...

Si, definitivamente al bueno siempre hay que caerle de frente por que llega otro mas avion y se nos come el mandado jeje...