martes, 12 de mayo de 2009

De cómo llegó la "inspiración"...


De nuevo mirando la tele una tarde de domingo, ya saben esas tardes aburridas donde no hay nada para hacer, o tal vez si, pero no tienes los suficientes ánimos para pararte de la cama y salir al mundo.
Repasando los momentos de la semana que te dejaron insatisfecho, o menos satisfecho de lo que querías, y ahí llega la inspiración, no en la forma antigua, ya saben esa de las musas antiguas con velos etéreos que te susurran al oído… Yo preferiría un “muso” (suena raro), mejor dicho una musa pero en masculino… Imagínenselo, un hombre perfecto llegando a susurrarte en la oreja lo que tengas que hacer que necesite inspiración…
Así llegó mi “muso”…
Sucedió de repente, estaba allí de pie en el vano de la puerta, semidesnudo, cubriendo sus partes íntimas con un pequeño velo, a modo de toga pero mucho más pequeña, allí donde la imaginación se pierde. Su rostro, que a contraluz no se dejaba ver, se vislumbraba rodeado de una mata de cabellos rizados y negros que en desordenada melena creaban un halo alrededor de su cabeza. A diferencia de su rostro, su cuerpo se veía perfectamente, de una delgadez de esas que se ven bien, si ya saben, como de flaco tallador pero con músculos muy bien torneados, por que a los “musos” no le gusta ir al gimnasio, más bien prefieren trepar árboles o subir tapias para espiar a los hombres en actitud pensativa; sus brazos delgados pero musculosos, sus piernas largas y torneadas, su trasero se adivinaba pequeño y redondo, su torso delgado y definido, de piel blanca y con un tenue vello que cubría lo que la frágil tela no arropaba.
Yo lo miraba desde mi camita, camita porque a duras penas quepo yo solito, así de sorpresa pensé que era un ladrón que se había colado a mi humilde morada… pero me resultó extraño que un pícaro ladrón se metiera en casas ajenas con tan poca ropa… Me miró en silencio, y en silencio comenzó a acercarse, y así de cerquita lo tenía cuando por fin pude verle el rostro…
De nariz larga y perfecta, un par de ojos grandes y expresivos, de un negro profundo, como ojos de gitano, cejas gruesas y como copiadas de Frida Kahlo, unos labios delgados y bien delineados y unos dientes blancos y parejos, que miré muy bien cuando me dijo al oído: “Ah, nené, pensé que te habías dormido; levántate y nos bañamos juntos…”
Y ahí estabas vos, mi angelito, te escapaste de un sueño y te quedaste a mi ladito… por lo menos durante esa aburrida tarde de domingo donde no había nada que hacer…

7 comentarios:

Potter dijo...

Que lindo!
Pero al pobre angelito esé, está como para desplumarle las alas con una clu%&6.ada de padre y señor nuestro y que no vuelva a volar ni por el p%&*tas... (ups! es que esos personajes medio flacos, medio ricos, medio angelitos me ponen "Dirty")

Buen relato del muso

hpereyraf dijo...

A esos angelitos yo les corto las alas y me los como fritos q tal ... o ahogaditos en su propio jugo q es como me gusta dejarlos para el calentado jajaja

Monchis dijo...

Un angelito de esos es lo que yo necesito...

Saludos,

Anónimo dijo...

De por Dios, el angel nos gano la pole??? y ahora??? que será del club de los vetados??? perderemos nuestra membresia???

Milo Gasa dijo...

Y de repente... un ángel, y de repente, cachos y cola... pero no es el diablo: te los puso a vos.

Picos

Gustavo Puntila dijo...

Yo quiero uno de esos ángeles, cómo se hace para que aparezcan así de repente ah? y así como aparezcan, se vayan ah?

Sandum dijo...

Me lleva! Creo que yo necesito urgente de esa inspiración. Saludos!