Y cuando no creía
poderte decir ni una palabra más… me sorprendí escribiéndote de nuevo estas
líneas invisibles…
Líneas escritas
con nubes, que cuando el viento pasa veloz las borra, de esas en que los
pájaros traviesos juguetean inquietos…
Líneas escritas
con hilos de araña, que los insectos no saben que están allí y enredados en su
trama transforman lo escrito en palabras inteligibles y desordenadas…
Líneas escritas
en la arena, que los amantes solitarios, los taciturnos y las olas borran con
sus pasos, y que dejan marcas muy leves y casi sospechosas…
Y que hoy cuando
las repaso ni yo mismo sé que había escrito…
Supongo que
declaraciones siderales…
O epístolas largas
y tediosas…
O delirios de
poeta frustrado…
O un saludo
perdido en el ciberespacio: “Hola bonito”…
Y un “te extraño
tanto” perdido entre líneas…
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