viernes, 18 de marzo de 2011

Persecución


Yo te diré palabras de las que no respondo.
Tú me jalas la lengua
y en el oscuro fondo del craneo las suscitas.
Diré lo que no creo, diré lo que no pienso,
defenderé argumentos con los que no concuerdo,
te contaré, sin inventar, más cosas de las que recuerdo.
Adentro hay un inmenso bosque inexplorado
con árboles de todos los que soy,
incipientes arbustos de los que podría ser.
No acuses las pasiones que tú agitas.
Yo no respondo de lo que diga.
No salen de mi conciencia las palabras,
no salen de mi memoria las historias,
sino de un agujero oscuro
en el que bulle todo el pasado de mi especie.
Muchos de mis recuerdos no son recuerdos míos.
En parte invento.
El resto lo imagino.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Sencillamente hermoso, con la tranquilidad de una mente que simplemente dice sus incoherencias hechas palabras.

De todo mi gusto, es un placer leerte de nuevo.

hpereyraf dijo...

Y si alguien te hace decir lo q no quieres... q esperas para salir corriendo?

Monchis dijo...

Vaya, vaya, vaya....

Esto que acabo de leer es una muy buena definición de lo que pasa cuando las pasiones de la entrepierna y los deseos del corazón le ganan en justa lid a lo que los ojos ven, los oidos oyen y el intelecto deduce como absolutamente obvio.

Saludos,