martes, 7 de diciembre de 2010

Haciendo demasiado ruido… (I)



Yo soy de esos… lo admito… me canso de llevar las orejas puestas… escuchando cada tontería… conversaciones sin sentido que la gente sostiene en cada lugar al que voy. Me canso de escuchar… de no entender como la vida de los demás transcurre en medio de banalidades… de momentos vanos en su vida diaria.
Lo reconozco, me subo al transporte que me lleva al trabajo, me pongo mis auriculares, enciendo el reproductor de música y me sumerjo en ella, o si no, finjo estar dormido, así no tengo que responder las preguntas tontas que me hacen o me piden participar en las conversaciones sin sentido.
¿Qué puedo hacer? Algo que llamo “enmimismarme”, o sea, me encierro en mí mismo, prefiero el silencio propio, o lo que llamo “el automático”, como un piloto automático que desarrolla mis actividades y se porta de lo más normal que nadie sospecha que no soy yo, si hasta creen que es mi personalidad verdadera y se asombran cuando me conocen sin “el automático”, y piensan que me ocurre algo. No comprenden que éste soy yo y que “el automático” es sólo una fachada.
Lo admito, no soy lo más tolerante del mundo en cuanto a temas intrascendentes, pero al “Automático” le han servido de vez en cuando, sobre todo cuando de ligar se trata, que más tema de conversación que algo intrascendente, así el tema del día se convierte en algo profundo donde cada quien da su opinión, que suelen ser por demás superfluas, y yo, o mejor dicho “el Automático” queda como un erudito del tema en cuestión al dar una opinión igual o peor de las que he oído.
Todo ocurre por una peligrosa tendencia a aburrirme que me invade desde hace tiempo, no es un paso previo al suicidio, es más bien un desinterés progresivo a los cinco minutos de iniciar una actividad, o una conversación, y me hace escabullirme, irme solo hasta mi guarida, donde es mi propio ruido el que me anima de nuevo. Me lleno de mí mismo para tener donde “enmimismarme” cuando lo requiera.
Alguien me explico que es un grado leve de autismo, a mí edad y resulté autista, que hace que me repliegue a mis espacios interiores, a mi propio mundo, que es igual al mundo real, pero donde el silencio es mi bien más preciado, pero no es un silencio real, es mi propio ruido el que aprecio.
Así que sí ven que ando por ahí como quien nada dice, ese soy yo, sólo que menos solo porque estoy lleno de MÍ mismo, no es narcisismo, ni egolatría, es sólo que me he dado cuenta, que yo soy mi mejor compañía y eso es suficiente para mí.

8 comentarios:

Milo Gasa dijo...

Aplausos. Estoy completamente de acuerdo.

Un abrazote.

Steppenwolf dijo...

Me siento identificado con todo lo que escribes. Yo también me refugio en mis auriculares cuando voy viajando, y tengo una forma de ser frente a los demás, que la uso cuando definitivamente no me interesa lo que pasa.

Solo tengo una severa desventaja, no tengo un modo automático, aunque esté en esta forma "simpática" a los demás, sigo siendo yo, escuchando las tonteras que dicen y pensando en algo que siga esa línea en la conversación, pero sigo siento yo.

En todo momento debo reprimir las ideas que salen, las cosas que pienso, y cuando eso falla, cuando escapa, me miran con cara de "que esta diciendo este", no responden y siguen hablando de otra cosa.

Me conocen por no tomar los temas a la ligera, y mis amigos saben que cuando van a conversar conmigo es en serio, pero no tengo muchos amigos.

Si tienes algún automático que te sobre o sepas donde conseguir uno, me avisas.

Saludos.

Monchis dijo...

El "automático" lo tenemos todos para poder encerrarnos en nuestro propio mundo... lo importante es que no se te olvide el camino de regreso.

Saludos,

NewSaint73 dijo...

Sip, de acuerdo..hago lo mismo..me desconecto de todo, me encierro en mi mundanal ruido...me molesta la preguntadera pendeja, y mis sola expresion de querer matar al que pregunta..pero naa..sonrio socarronamente y respondo.

Asi que adelante..con tu propio ruido...

Chau.nos leemos luego.

hpereyraf dijo...

Pues no creo que seas el único, yo también soy de los que se agarra de la música para aislarse del mundo exterior... en mi caso es para alejarme de las cosas que me molestan (que son muchas ademas de las conversaciones intrascendentes).

Joey dijo...

Pensaria yo que son esas ocasiones en las que se dice "Mejor solo que mal acompañado",maunque a veces es maravilloso disfrutar de la compañia humana, existen personas de las que es mejor disfrutar de su ausencia.

Gaycidencias dijo...

Cuando viajo a otras ciudades en Colombia, disfruto sentarme en el transporte público, ponerme en modo automático y observar el frenesí de las personas en llegar a tiempo, y también descubrir a otras personas en modo automático viendo el caos con cierto morbo contagioso, como si nosotros estuviéramos inmunes a esa angustia. Muy buen post.

Fede!

JP dijo...

Creo que has descrito practicas comunmente usadas en occidente para tapar la realidad con un velo de subjetividad "realista" que nos permite sobrevivir mejor al caos de "allá afuera".

Abrazos