martes, 24 de julio de 2007

PEQUEÑO Y BONITO

Así de repente, me cruzo con alguien de nuevo, alguien pequeño y bonito, de esos que hay que mirar dos veces para verlo bien.
Lo conocí hace tres años, en la universidad, pero era muy jovencito, no yo: él. Si yo era como de los grandes en mi facultad y él era de los primíparos, ¿quién se fija en los primíparos? Sólo los que quieren averiguar chismes y levantar ingenuos para un revolcón, francamente yo no soy de esos.
Igual nos conocimos, después ingresó a un grupo al cual yo pertenecía, eso nos acercó un poco mas, éramos un poco más amigos pero no muy amigos que digamos. Después de un tiempo simplemente desapareció de mi vida.
Hasta hace un año más o menos, yo hace rato me había graduado de la universidad, y un buen día apareció en mi apartamento a pedirme un favor; de casualidad se enteró donde vivía se acercó a pedirme que le ayudará en un trabajo para la universidad. Estaba igual de pequeño y bonito que antes, y muy simpático, fuimos a cine y estuvimos a un milímetro de cogernos la mano, pero nada, es que yo tengo el maricometro algo defectuoso, eso que llaman el radar gay a mí no me funciona, y no estaba seguro si el pequeño y bonito era gay o no, mejor no arriesgarse dañando la amistad.
Después volvió a la clandestinidad, o sea desapareció de nuevo.
Yo cambié de apartamento seguí mi vida normal y él reapareció en el grupo al que yo siempre pertenecí y en el cual él estuvo alguna vez.
Intercambio de números telefónicos nuevos, de celulares y ya el pequeño y bonito me montó la perseguidora, es decir, me llamaba a diario al celular, a la casa, me escribía al mail yo feliz. Parecía muy interesado.
Un buen día, en plena rumba con los amigotes se lo dije todo, o sea, que me gustaba, que yo había terminado hace poco con el mancito anterior (si, ese que se consiguió una novia para aparentar), y el pequeño y bonito me respondió que se sentía halagado pero que no le gustaban los hombres (o sea, ¡HELLO!) que si podía decir que se sentía atraido por un hombre era por mí (ahora el halagado era yo).
Yo no me doy por rendido tan fácil. Adivinen quien amaneció conmigo esa noche: el pequeño y bonito. Claro que no hicimos nada raro, sólo dormir, pero ya era un avance, lo digo por el hecho de que me abrazó hasta quedarse dormido.
Un día se apareció en mi casa después del trabajo, y sólo por que le rocé la pierna me dijo que no lo presionara. ¿Qué le pasa? ¿Me llamaba todos los días, casi todos los días iba a mi casa y era yo el que lo presionaba? Le dije que fresco que podíamos ser amigos y lo somos.
Bueno lo éramos, después de muchos abrazos, de caricias clandestinas y frases indiscretas, ahora mantenemos una relación platónica, somos novios platónicos, o sea, que actuamos como pareja pero no tenemos nada real.
¿Ser pareja platonica será bueno o malo?
¿Mejor estar con alguien con quien no se tiene nada real que con alguien que tiene una novia de fachada? (Lo digo por mi pareja anterior)
Escucho propuestas para que este amor platónico o termine de salir del closet o se acabe de una vez sin esperanzas.