No te puedo ver, y aun cerrando los ojos te veo, luminoso y
transparente como las medusas, tal vez eso eres, una enorme medusa que flota en
el aire, y como las medusas tocarte es imposible, porque te escurres entre los
dedos sin apenas rozarte… No te puedo ver, y aún entre las caras de
desconocidos te veo, formándote con los fragmentos de esos seres anónimos, los
ojos de uno, las cejas de otro, la nariz y los labios de caras que no son la
tuya… No te puedo ver, y en mis sueños te confundes con las nubes, los campos y
las montañas, como los paisajes que recorro para perderme sin perderme en mi
ciudad, por caminos pedregosos que no me llevan a ninguna parte y sin embargo
me llevan siempre de regreso… No te puedo ver, y en la oscuridad se forman
sombras que me recuerdan la tuya, sombras salidas de películas expresionistas,
de esas donde las sombras se alargan en perspectivas imposibles, como reflejos
de realidades que no existen… No te puedo ver, porque cuando te veo revivo una
y otra vez los adioses que nunca te digo, porque verte es comenzar de nuevo,
como la serpiente que se muerde la cola… como los sueños donde abres una puerta
que te lleva al mismo cuarto, para comenzar de nuevo, una y otra vez, como
estas cartas que siempre son la misma carta… No te puedo ver, y sin embargo con
mi imaginación te reconstruyo, y recorro con mis ojos tu geografía abrupta y
seca, a veces acuosa y húmeda, como los paisajes de los reinos perdidos de los
libros de aventuras, te recorro con mis ojos, como un niño en una pastelería,
llena de dulces y golosinas, como una gran golosina te conviertes en un ser
inabarcable con la mirada y recurro al recuerdo, donde te armo como un
rompecabezas de mil piezas, y aunque lo intento no termino de armarte porque
las piezas se confunden de nuevo… No te puedo ver y cuando por fin te veo, todo
mi cuerpo se convierte en ojos que quieren apresar en sus retinas cada parte de
ti, como un paisaje infinito de bosques, de mares de colores, como mi desierto
privado de sueños rotos… No te puedo ver, y sin embargo te veo...
Carta para Juan #1. Chuchú.
Hace 10 años