Y te digo adiós
una y mil veces, incluso cuando no te lo digo, incluso cuando te ignoro y te
persigo en sueños, te digo adiós cuando no estás, cuando te vas, te digo adiós
todos los días, atravesados en nuevamente saludos sin escuchar respuestas, te
digo adiós hoy y siempre, sobre todo hoy cuando no tenía una razón para
escribir, sólo decirte adiós, te digo adiós cuando el sol sale y me toca
abandonar mis sueños donde siempre te encuentro, y te digo adiós cuando la
noche llega y con ella la inconsciencia que me atrapa al dormir, te digo adiós
como una palabra sin sentido, que de tanto repetirla no significa nada, te digo
adiós, como siempre y como nunca, te digo adiós sólo para darme la vuelta y
encontrarte de nuevo y saber que aunque diga adiós nunca me he ido, te digo
adiós esperando que el mundo se parase y no tuviera que despedirme de nuevo,
nunca más… te digo adiós, adiós…
Carta para Juan #1. Chuchú.
Hace 10 años