viernes, 31 de mayo de 2013

Sobre el amor... supongo...

El amor está tan idealizado en nuestra sociedad moderna que no lo identificamos cuando por casualidad nos lo encontramos, culpa de los medios de comunicación supongo.

¿Por qué esta desinformación frente a algo tan sencillo y transparente como el amor? Porque vivimos bombardeados de imágenes de parejas que se miran y terminan en la cama (que no está tan mal, supongo), porque vemos parejas que se envían un par de mensajes por e-mail y en la escena siguiente ya están al pie del altar (podría ser peor, supongo).

Seamos realistas, quien no querría encontrar su alma gemela y reconocerla a la primera mirada, eso que llaman “amor a primera vista”, pero pasa que ni de fundas nos damos cuenta si el fulano que debería compartir su vida con nosotros aparece, muy sencillo, nos fijamos en los estándares que los medios nos han puesto por delante… a ver si se te cruza por delante un Brad Pitt, un Orlando Bloom, un Javier Bardem, o una de estas estrellas juveniles que abundan en cada generación, y con un vistazo a sus profundos ojos el amor surge para toda la vida.

Lastimosamente el mundo no está lleno de estos sujetos que mencioné líneas arriba, está lleno de personas normales, bajos, altos, gordos, flacos, con montones de defectos y de cualidades, que igual que nosotros están a la espera del “amor de su vida” (que dure toda la vida ya es otro asunto), pero que sólo esperan una oportunidad para hacer feliz a alguien y por ende ser felices a sí mismos, a lo mejor las chispas no surgen a la primera mirada, pero darle una oportunidad al amor es vital, tal vez los corazones rotos lleguen después, o tal vez no lleguen nunca.

Alguien me dijo una vez que no se enamoraba porque no quería que le rompieran el corazón, esta persona no sabe de lo que se está perdiendo, no lo digo por lo de romperle el corazón, lo digo por el hecho de negarse al amor. Saber que alguien fuera de ti mismo piensa en los minutos que faltan para estar juntos, extender el brazo y sentir su piel al lado, líneas escritas en un papel, o simplemente mirar el cielo y saber que la vida es bella. La vida es bella de por sí, pero el amor la hace más bella.

No es lanzarse a la calle y correr como desesperado implorando amor, darte a ti mismo en su justa medida, porque el amor, ese amor de pareja, es importante, pero lo es más aún el amor a ti mismo, amarte y valórate como persona, de nada vale amar a otro y darle todo de ti mismo sino te amas y te respetas tú, no el narcisismo malsano, más bien el quererte como eres, eso se nota y los demás lo aprecian, y lo demás vendrá por añadidura.