domingo, 30 de agosto de 2015

Y vos...

Y vos que te me convertís en faro, en nube de amanecer, en gotas de rocío…
Y vos que trasmutas mis palabras en objetos, en símbolos y restos de cenizas…
Y vos que convertís mi tiempo en lejanías, en paisajes e inquietudes…
Y vos que escondés mis suspiros en pequeños guijarros, en caracoles y erizos de mar…
Y vos que disfrazás mis miedos en seres complejos y profundos, títeres de un mago silencioso…
Y vos que me hacés buscar palabras no dichas, inventadas y novedosas…
Y vos que enfrentás mis dudas, con una espada fulgurante, cual héroe medieval no escrito en ninguna novela…
Y vos que no estás a mi lado y sin embargo me acompañas, como un fantasma, hado, espíritu…
Y yo… que rebusco siempre un motivo diferente para escribirte, para intentar zanjar mis silencios, mis olvidos y mis dudas…

Y yo… que siempre te invento, mi pequeño, a través de estas letras, que nadie lee…