domingo, 29 de noviembre de 2009

HOLA...


¡Hola...!

No cuelgues por favor...

No llamo para decirte lo mucho que te extraño...

Tampoco para que sepas que estoy bien, aunque triste...

Ni para que sientas lástima de mi soledad...

Ni para decirte que no te preocupes por las cosas que dejaste en mi casa...

Menos para que oigas que no tengo planes para vacaciones...

Ni lo vacía que esta mi casa sin tu risa...

Sólo llamo para darte un mensaje...

Manda a decir Electra, mi gata, que cuando regreses, le traigas algún regalo de tu viaje y que por favor vuelvas pronto por que está cansada de cargar sola con mis tristezas...

lunes, 16 de noviembre de 2009

La tapa, y lo digo en forma cariñosa…


Este sujeto de “raza Tavo”, chiste privado que no me molestaré en explicar acá, simplemente será “La Tapa”…
¿Porque la Tapa? Pues que cuando mis amigos preguntaban con quien estaba saliendo en esta ocasión, no es que salga con mucha gente, es que en realidad mis amigos y yo nos vemos muy poco, y coincide que estoy saliendo con alguien cuando nos vemos mis amigos y yo… En fin, el punto es que yo les dije: La Tapa… Es una frase hecha, es como decir, “lo que me faltaba” y así se quedó: La Tapa, bueno era lo que me faltaba… Lo opuesto a cualquier hombre con quien haya salido antes, y en realidad tengo un gusto universal (eso sonó muy mal) total que La Tapa era calvo, gordo y bajo de estatura… (no es que tenga nada contra los calvitos, bajitos y gorditos, lo digo en forma cariñosa, de hecho salí con este sujeto en cuestión) y algo mucho peor: tenemos la misma edad y cumplimos años el mismo día, eso no sería un problema si no fuéramos géminis… y ya saben a lo que me refiero…
Total que La Tapa, vivía cerca de mi casa, la de ahora, y llevo desde el año pasado en un barrio donde sólo viven ancianos y familias jóvenes con sus hijos de brazos, así que fue un alivio saber que había algún gay oculto entre esta clase media emergente, de hecho ese fue el primer detalle: vivía con sus padres, un par de ancianos venerables, y con su hermano, y de hecho nadie de su familia sabía de su condición sexual, no sé y eso es bueno o malo en un hombre gay de 34 años, no tanto que viva con sus padres todavía, sino que esté metido en un closet del tamaño de su persona (por lo menos es un closet que no ocupa mucho espacio, y lo digo en forma cariñosa)…
Tal vez el segundo detalle era más perturbador todavía: no trabajaba, si en serio, era un feliz y tranquilo mantenido por sus ancianos padres, bueno de todas formas para que trabajar, que importa tener dos carreras encima si tus papitos pueden darte dinero cuando lo necesites, así sea para comprarte un helado de piña (piña para la niña), y era un mantenido orgulloso… orgulloso de que lo mantuvieran, a la final sería por eso que se quedaba en casita con los viejitos (y lo digo en forma cariñosa). Claro que ocupaba su tiempo libre en cosas provechosas… bueno, estoy exagerando, no hacía nada en todo el día, sólo que practicaba caligrafía… si esa la de hacer letras bonitas…
Hacer letras bonitas y saber cosas inútiles, al menos eso sirve para descrestar a personas “inocentes” como yo, claro, hablamos horas interminables de muchos temas, el detalle de ser un intelectual no es malo (y lo digo en forma cariñosa), al contrario es muy bueno pero eso se tiene que formar un ser humano integral y como que faltaba mucho para eso…
Otro detalle: tenía como todos los casos clínicos que expongo en estas líneas, una frase de cabecera: “yo quiero lo que tenga que querer”, eso me sonó como al Karma, ¡Uy! Por fin se cumplió la maldición, ¡SOY EL KARMA DE ALGUIEN! Bueno, tal vez no sea tan malo… en fin… siempre se convertía esa frase en una salida de mierda cuando le preguntaba algo que pudiera comprometer su integridad personal, ejemplo:
Yo: Vos me gustas.
La Tapa: A mí me gusta lo que me tiene que gustar.
¡¿QUE?!
¿Eso que significa? ¿Estamos hablando de sushi o qué?
Y la dichosa frase la sabe decir en cinco idiomas: español, inglés, francés, italiano y portugués, todos cortesía de sus viejitos (y lo digo en forma cariñosa)…
El detalle de olvidarse de llamar, a excepción de cuando yo lo llamaba al celular y me devolvía las llamadas a mi casa… bueno, tengo que reconocer algo: si me llamaba… cuando tenía ganas de follar… Y acá si llegamos al meollo del asunto…
Talvez yo le pase que sea un mantenido, que no trabaje, que viva en un closet, que sea experto en cosas inútiles, y especialista en temas intrascendentes, que sólo me llame cuando quiera follar, todo eso al final no importa…
Importa que sea yo el que se preocupa por la relación, por hacerlo sentir bien, por ocupar el tiempo en llenarlo de pequeños detalles, e importa muchísimo que después de todo eso resulte el peor polvo del mundo…
En ese preciso instante lo mandé a la mierda (y esto si no lo digo en forma cariñosa)