domingo, 21 de septiembre de 2008

ASÍ... Y ME HICE EL PRIMERO


Así, caminaba yo, como suelo hacerlo (me da pereza caminar pero camino un montón), sobre todo por que ese día como todos los días no tenía mucho que hacer después de trabajar...
Así, mirando hacia ninguna parte, como suelo hacerlo (por mi torpe miopía prefiero mirar hacia la nada), me crucé con una peluca... es en serio, colecciono pelucas (nunca me las pongo pero ahí están) y decidí buscar a ver que me encontraba... a buscar pelucas me refiero...
Así, estuve de almacen en almacen, ya saben, de esos en que venden pelucas, no esas de colorcitos y medio payasas... prefiero las otras, las que parecen pelo de verdad, de esas que soñabamos cuando pequeños para jugar a la mujer maravilla... (admitamoslo por Dios que ya estamos grandes, claro que algunos se quedaron con la costumbre y seamos honestos, se ven regias)...
Así, recorrí media ciudad, sin comprar ni una sola (milagro, porque soy comprador compulsivo de pelucas), llegué a un centro comercial especializado (no en pelucas) en tecnología, si, uno de esos donde se meten los freaks de la tecnología (y aqui se me aguaron los ojos) aparte de comprar pelucas me encantan los aparatejos tecnologicos... en serio, no me he comprado el I-phone porque mi operador no lo maneja y sería un desperdicio estar a cada rato abriendo bandas...
Así, me puse a la búsqueda de una pantalla LCD para mi PC, ojalá la más grande y más aparente, que qué marca? ni idea, esa de allá... Sólo viene en negra? No que el negro está out... Y I-touch? cuanto? De 16 gigas... Un mouse y un teclado, y un Hard Disk de mucha capacidad que el de mi PC de mierda ya se llenó... No, portatil no que me encanta meterle perifericos a mi PC y con un portatil no puedo hacer eso...
Así, me la pasé de almacen en almacen, (parecía la tía Maruja cuando inauguraron el Falabella, o alguna tía que uno tenga que hace eso mismo) y de repente lo vi, era alto, rubio y tenía algo enorme y bello en su mano (no sean malpensados) lo que tenía era un tatuaje, si uno de verdad, y de muy buen gusto por cierto (seamos realistas el tatuaje era una mierda pero estaba muy bien hecho), y me pasó la idea por la cabeza, alguna vez dije que tenía ganas de hacerme un tatuaje, y preguntando no se pierde nada...
Así, ya estaba con él adentro, (adentro del almacen de tatuajes, que el rubio tenía almacen de tatuajes ahí en medio de la tecnología) y pregunté... Que si... que de este tamaño... Que en negro... Cuanto? Reciben tarjeta...
Así, ya estaba yo en camino del cajero (porque en el almacen de tatuajes no reciben tarjeta), y ¿si me hago los tres tatuajes que quiero de una vez? Pasos que se devuelven... Y otra vez... Qué cuanto? Que si? que hacemos cita? Que espere voy al cajero...
Así, sin pensarlo mucho ya estaba sentadote en la silla para hacerme el primero, que los otros me los hago después (una semana despues para ser exactos, ademas que por ser paquete me los dejaron más baratos)... La ideita ya la tenia desde hace días así que no me costó mucho decir que quería y donde...
Así, empezó la tortura primero como chucitos que arden (como un montón de avispas picando una y otra vez) pero es de esos dolorcitos que terminan gustando (ya saben como de cuales dolorcitos, no se me hagan los santos) y la concentración del rubio haciendo el dibujito en la piel (no es como en Miami INK que se la pasan hablando mientras hacen los tatuajes) y una impaciencia...
Así, terminamos la sesión (casi como un buen polvo, guardando proporciones), salimos felices, yo y mi tatuaje... Mi "Memento Mori"... Mi primer tatuaje...
Así, terminó otro día en que no tenía nada que hacer después del trabajo, ni me compré la peluca, ni mi pantalla LCD, ni mi I-touch, ni mi teclado, ni mi mouse... Pero me di un regalito de amor y amistad para toda la vida...
A lo mejor piensan que es una barbaridad tatuarse la piel, dibujarse algo que después nos arrepentimos o que luego pase de moda... A lo mejor... Pero no es tan fácil, sobre todo cuando significa algo... Un recuerdo, una esperanza, una promesa... Este tatuaje no sólo lo hice por mí, lo hice por un ser que pasó por mi vida... Y no fue un amante, ni un marido, ni un hermano... fue un AMIGO, con todas las letras y en mayúscula... De esos que te marcan la piel de otra forma, que simplemente te dejan huellas pequeñitas por tu vida, de esos que te acordás y no haces más que sonreir, de esos que se van y te quejas con Dios por llevarselos a pacer nubes en el cielo... Mi "Memento Mori"...
Dicen y cuentan los cronistas de la antigua Roma que cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre. Lo hacía pronunciando esta frase: "Memento Mori... Memento Mori... Memento Mori..." Recuerda que eres mortal...
Y que más hacemos, así, me miro al espejo y me acuerdo... me acuerdo...