viernes, 16 de noviembre de 2007

¿Amores Platónicos? ¡Pura Mierda!

Un dia me cansé de mi novio platónico y me conseguí un novio real...
A este pollo (por que era un pollo literalmente) lo conocí como conozco a toda la gente: por internet, llegó un día a mi vida y me pareció simpático, lindo y buena gente...
Asi que me lancé al agua otra vez, después de algunos meses de soledad obligatoria le dí una nueva oportunidad a mi vida de pareja...
Ahí estabamos los dos: un pollo de dieciocho años y yo, un sujeto de 32 años. Empezar a conocer a alguien es como una montaña rusa, uno se puede haber montado mil veces y saber que tiene sus altibajos pero igual te montás y te agarrás bien duro.
El pollo, como todos los pollos, todavía tenía su visión romántica de la vida y yo, un desengañado de tiempo completo, prentendí contagiarme de todo eso... no fue tan fácil como supusé... sobre todo cuando mi novio platónico se enteró de la existencia de mi novio real...
El mancito que hasta entonces había preferido mantener las distancias, y a quien yo había preferido mandar al oscuro rincón del olvido, reapareció a reclamar derechos de los que jamás disfrutó, por mas que le pasé los papeles para que los firmara...
Así como lo escribo, apareció un día en un concierto donde habíamos ido mi pollo y yo, y empezó con una zalamería que ya me hubiera disfrutado yo de haberlo hecho antes... pero entonces ¿yo que hacía? Por un lado el pollo más enamorado de este amargado que soy yo y por el otro lado el platónico que nunca había demostrado nada pero sentía usurpado su lugar. Yo hicé lo que mi sentido común me dictó: huí, con pollo y todo a bordo, porque el platónico se nos quería pegar en la noche de romance que tenía yo dispuesta.
Al otro día los reclamos: ¿qué donde había estado? ¿qué porque me había perdido? ¿qué el pollo quien era? y otras preguntas... para resumir le dejé claro que el pollo en cuestión era mi pareja y asunto concluído
Y el tiempo pasó... pero no mucho, por que yo facilito me aburro y con el pollo pasó eso exactamente: me aburrí. No fue su culpa, prefiero pensar que fue culpa mía.... ¿Será que me saturó con las veinte mil demostraciones de afecto? ¿con sus llamadas diarias? ¿sus cartas? ¿sus mensajes de texto? No... o si... pero la verdad yo soy muy relajado y el pollo esperaba que lo llamara todos los dias y que nos vieramos casi a diario y yo me tomo las cosas con calma... Además yo enamorado no estaba... ¿será porque a mí los pollos no me gustan? ¿o será porque no estaba listo para una relación seria con un adolescente?
Ásí que despues de 40 días de noviazgo y en medio de un guayabo monumental, porque el día anterior había estado rumbeando despues de que el pollo decidió dejarme tirado en la discoteca, le dijé: esto se acabó, vos estas dando mucho de vos y yo no ofrezco nada... Y para acabar de ajustar el cuadro llegó el platónico. ¿Se puede saber porque a las ocho de la mañana de un domingo cualquiera a mi casa llegan las dos personas mas inesperadas? Obvio, los tres estabamos en mi cuarto mirandonos las caras y sin decirnos nada... Yo caido del guayabo, el pollo mirandome con cara de "fue por éste que me estás echando" y el platónico con cara de yo no fui. Así las cosas los despaché a los dos y me quedé pasando el guayabo en soledad...
Al pollo no lo volví a ver, todavía hablamos de vez en cuando... ¿será que le rompí el corazoncito?
Al platónico si lo veo más a menudo... le está yendo muy bien en su nuevo trabajo, trabajo al que yo lo recomendé... tan bien le está yendo que todas las "viboras" le cayeron de una... sus compañeros de trabajo ya le están mandando la mano, a lo mejor lo que no me dio a mí se lo da alguno de ellos, uno no sabe para quien trabaja y con sus nuevos "amigos" ya no tiene tiempo para mí, por lo menos no tanto como antes...
¿Y yo?
Sentado viendo "Desperate housewives", mirando que la vida real cada vez se parece más a la ficción, y esperando un amor real real, porque lo que soy yo los amorcitos platónicos ya los mandé a la mierda...